miércoles, 14 de julio de 2010

Del Soccer City a Stamford Bridge


Los ecos del Mundial empiezan a apagarse poco a poco y el fútbol de clubes asoma por el horizonte como agua de mayo. Porque por mucho que uno haya vibrado con el triunfo de España en Suráfrica, que es mi caso, lo que nos da de beber, de comer, lo que hace que nuestro corazón siga latiendo, para que nos vamos a engañar, es el Barça.

La resaca del Mundial nos deja a Iniesta convertido en un "Dios" para toda la España no "culé". El hombre blanco ha entrado en el Paraíso para los mismos ingratos que hace 434 días lo condenaron al Infierno sin pasar por el Purgatorio, para desagravio de Dante. Porque el gol de su vida lo marcó el 6 de mayo de 2009 en Stamford Bridge. Que, ¿porqué? Vayamos paso a paso.

En el Soccer City, Iniesta condujo a España a la gloria. A su primer Mundial. Todo un hito. está claro que el Mundial es la mayor competición que uno puede ganar, al menos, la que más repercusión tiene. Porque la "Champions" es para muchos el mejor torneo del mundo. Y la discusión sigue abierta. Pero volvamos al Soccer City. La final había llegado a la prórroga. España había sido superior y en el tiempo extra era el único equipo que buscaba la portería contraria. Howard Webb decidió por fin tomar una decisión correcta y expulsó a Heitinga. El dominio se acrecentó. Si Iniesta no hubiera marcado, quizás lo hubiera hecho Navas, o Torres, o Piqué. O quizás no. Lo único que parecía seguro es que Holanda no marcaría y que, a malas, se llegaría a los penaltis.

Trasladémonos ahora 434 días atrás. El Barça de Guardiola agonizaba en Stamford Bridge. No había chutado a puerta en todo el partido y un gol de Essien le cerraba la puerta de la final de Roma. Había bordado el fútbol todo el año, pero ante el Chelsea estaba bloqueado. Por si fuera poco, el inefable Ovrebo había decidido expulsar a Abidal en una jugada de lo más discutida -sí, alguna decisión del noruego perjudicó al Barça, lo digo porque algunos siguen sin enterarse-. La situacíón era más que límite, casi insoportable. Hasta que Alves centró, Etoo recogió el balón, lo pasó a Messi y el final de la historia lo conoce todo el mundo. De estar eliminado, el Barça pasó a estar en la final. No como en el Mundial, en el que sin el acierto de Iniesta España, seguía con posibilidades de ganar el título.

Sin el gol de Stamford Bridge, el Barça no hubiera entrado en la leyenda. No hubiera podido ganar seis títulos por primera vez en un mismo año. Sin el gol del Soccer City, nadie sabe lo que hubiera pasado. Me he avituallado de youtube antes de escribir este texto. He recordado el gol ante el Chelsea y como diría el presidente de honor, se me ha puesto la "gallina de piel". De momento, con el del Mundial, mi alegría no es ni mucho menos comparable. Aunque con la perspectiva del tiempo, todo puede cambiar. "Saperas, és Roma?". Sí, fue Roma; y luego Mónaco; y luego Abu Dhabi; y por último, las lágrimas de Guardiola. Gracias Iniesta.

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