martes, 21 de septiembre de 2010

Sobre Ujfalusi

Dos partidos. El Comité de Competición, del que prever sus decisiones resulta más complicado que ganar al Madrid para el Espanyol, ha decidido imponer una sanción de dos partidos para Ujfalusi "por emplear juego peligroso causando daño". Aunque no estoy de acuerdo, debo admitir que es lo que esperaba y hasta me parece justo reglamento en mano. Muchos se llevaron las manos a la cabeza cuando Fernández Borbalán le enseñó la roja al carnicero de Rymarov. Y tuvieron que rectificar poco después, aunque a más de uno le costó lo suyo. Pero la acción no admitía dudas. Roja directa.

Que le haya pasado a Messi ha reabierto un viejo debate sobre las acciones violentas en el fútbol. Porque todos sabemos que si el lesionado hubiera sido Sangoy, el eco mediático hubiera sido mucho menor. Pero está bien que de vez en cuando haya debate. Mi opinión no ha variado con los años. La entrada de Ujfalusi fue a hacer daño, diga lo que diga. No creo que fuera a lesionarle, pero el checo iba caliente y le fue a hacer daño. No había opción de jugar el balón y fue a por Messi con saña. Si no quería que pasara, que le hubiera agarrado. Lo que yo creo es que con este tipo de entradas, con violencia excesiva y sin opción de jugar el balón, la pena debería ser bien sencillla. Que Ujfalusi no vuelva a jugar hasta que lo haga Messi. Y si son seis meses, que sean seis meses. Considero que es la penitencia más justa.

Si al día siguiente aparece Ujfalusi a pedir perdón, nada más faltaría, pues muy bien, pero eso no puede servir como atenuante a la hora de poner la sancion. El rango de partidos que podían caerle era de 1 a 3. Si alguien consigue explicarme porque han sido 2, le daré un premio. ¿Le tiene que dejar 8 meses lesionado para que sean 3? ¿O 15? Por no hablar de la llamada alarma social, que me hace mucha gracia. ¿Quién decide cuándo hay alarma social y cuándo no? ¿El Marca? ¿El As? Porque del blanco de los personajes que forman el Comité no hay dudas. Pero ese es otro debate.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Del Bosque ya no me cae bien

Quería hacer una pequeña reflexión alrededor de la figura de Vicente Del Bosque, alias "Don Pimpón". Su persona nunca me ha sido especialmente antipática más allá de haber sido el entrenador del Real Madrid. Me dio dos de las mayores decepciones de mi vida, en París y en Glasgow, pero en el fondo siempre he pensado que el verdadero artífice de todo aquello fue Jupp Heynckes, que fue el que de verdad rompió un gafe y alimentó las ilusiones de Roncero y compañía.

Del Bosque siempre tuvo un papel secundario en el Madrid. Nunca decía una palabra más alta que otra y se limitaba a gestionar el vestuario con un éxito admirable, como también hace desde que es seleccionador español. Pero es curiosamente ahora, cuando "Don Pimpón" rige los destinos de "La Roja", la de todos, cuando ha pasado a mi lista negra. Una paradoja. Con el Madrid me era indiferente, con España, me cae mal. Para que engañarnos

Todo empezó después de ganar el Mundial. La estancia de los jugadores del Barça, como la de todos, se alargó más de lo previsto en Suráfrica y empezó a entrar en conflicto con la fecha del dichoso amistoso en México. Si algo destaca la gente de Del Bosque es su sentido común, así que di por hecho que no se le pasaría por la cabeza, la verdad es que estaba seguro, volver a llamar a todos los del Barça. ¡¡Meeeec!! Error. Lo hizo y con toda la jeta. "Nadie del Barça me ha pedido nada", contestó. Tampoco nadie te pide que respires y bien que lo haces Vicente. A partir de entonces, entró en barrena y ya no hay marcha atrás. Cosas como llevarse a Valdés hasta Liechtenstein y dejarle en la grada, por no entrar a que prefiere a Reina por encima de Víctor... En fin, que ya se le ve el plumero. A él, y a Felnando, el terror de los jueces de línea que nunca supieron como joderle.

Y puestos a dudar y a preguntar, por qué diablos el avión que traslada a los internacionales siempre vuela a Madrid. No hay superioridad absoluta de jugadores del Barça que viven y trabajan en Barcelona?? Pues que vayan a Barcelona y luego que cada uno coja sus vuelos. Me parecería lo más justo.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Al otro lado de Arístides Maillol

Debo empezar por admitir mi grata sorpresa por el gran inicio de temporada del Barça B. La Segunda División es muy complicada y muy competitiva, y un equipo joven como el filial del Barça debería sufrir un periodo de adaptación, que sería de lo más normal. Sobre todo si, mirando el calendario, tenemos en cuenta que se estrenó en Balaídos, un campo habituado a Primera, y recibiendo al Xerez, que el año pasado jugó al otro lado de la calle Arístides Maillol. En el Camp Nou. Pero ni adaptación ni nada, los chicos de Luis Enrique han sumado seis puntos y encabezan la clasificación,  empatados con varios equipos.

Existen muchas causas para explicar el momento dulce del Barça B. La primera, sin duda, es el extraordinario trabajo de Luis Enrique. Como técnico, el asturiano ha bebido de las mismas fuentes que Pep Guardiola y ha construido una mini copia del Barça en el Mini Estadi. Y lo ha conseguido con una base de jugadores que tienen el mismo estilo que sus "mayores". Quizás les falta experiencia pero tienen la misma base. Jugadores que ya hemos visto durante la pretemporada jugar a las órdenes de Guardiola sin desentonar. Los Sergi Gómez, Fontàs, Sergi Roberto o Jonathan dos Santos. Todos con una proyección increíble que quizás explica el escaso número de fichajes este verano. Que a Pep le gusta trabajar con plantillas cortas lo sabemos todos. Y en caso de emergencias parece que tiene de dónde tirar.

Quería determe en el partido ante el Xerez. El debut en el Mini Estadi y en horario estelar retransmitido por Canal Plus. Detenerme en el despliegue de fútbol que realizó el Barça B en la primera parte y que enganchó a cualquier aficionado al fútbol que estuviera viendo la tele. Hasta a un amigo mío, "culé" pero que en su vida había soñado con ver al filial del Barça. No está tan enfermo. Pero que ayer me llamó a medio partido: "Cómo juega esta gente, ¿no?", fue lo primero que escuché al descolgar. Pues sí. ¡Cómo juegan! Y es que cruzando Arístides Maillol, el buen fútbol no se resiente.