Mal. Muy mal. El Barça no lo ha hecho nada bien. No ha sabido gestionar una situación que se veía venir y ha rozado el rídiculo. El Barça debería saber que hay mucha gente agazapada esperando la más mínima oportunidad para lanzar la caballería contra él. Buitres varios acechando para atacar a la mínima. "Estamos solos", repite una y otra vez Guardiola. Razón no le falta, pero por eso mismo hubiera sido más elegante coger un autobus esta mañana para ir a Pamplona y no montar el circo, muy triste, con el amago de suspensión.
La reacción del Barça de Sandro en su primera situación complicada merece un suspenso. Sin paliativos. El Departamento de comunicación ha reaccionado como en los momentos más oscuros. Ni Badia lo hubiera hecho mejor. El tan admirado Toni Ruiz, no tengo nada contra él, ejerce funciones de Jefe de Comunicación, aunque tenga una persona por enicma, y ha descolgado el teléfono todo el día. Al menos, a mi no me ha cogido. A sus amigos parece que sí, por lo que tengo entendido. En fin, una gestión pésima de todo.
El club le echa la culpa a la Federación, que parece ser ha cambiado de opinión durante el día, anulando la supuesta suspensión del partido. Pero no es una justificación suficiente y no hubiera costado nada coger un autobús esta mañana cuando se ha confirmado que volar era imposible. Una actitud que nos va a costar críticas y ha dado alimento a los carroñeros. Eso sí, la RFEF y la LFP han confirmado que el 5-0 no se ha anulado. Pobres buitres.
